Es muy frecuente que las personas o empresas acudan al Abogado cuando tienen un problema, pero no piensan muchas veces que es mejor acudir para evitar ese problema.
Utilizando un símil del ámbito de la salud, considero que hay que inculcar a las personas y a las empresas de la importancia del asesoramiento previo antes de realizar cualquier tipo de negocio jurídico. Cómo dicen en muchas películas americanas “hablaré con mi abogado”.
Es normal que acudan con un contrato ya firmado o con operaciones realizadas, y cunado les surge el problema o no se han asesorado bien (documentación, forma de pago, gastos, etc.) acuden para que se les dé solución al mismo.
En ese momento, muchos de los males causados, o no se pueden solucionar, o el coste de la solución es muy superior al hecho de haberse evitado previamente.
Por eso como yo le digo a muchos clientes, al abogado se va antes y no después, porque muchas consecuencias negativas o inesperadas se pueden evitar, y si no al menos se tiene toda la información para decidir libremente.
CONCLUSIÓN: Hay que concienciar a la sociedad en general de los efectos positivos del asesoramiento por un profesional, y en especial dentro del ámbito inmobiliario donde las operaciones tienen una gran trascendencia tanto personal como económica.